Fernando Alonso

Diecisiete años, a punto de cumplir la mayoría de edad, su pelo castaño, ondulado con una media melena recogida en una coleta atada con una goma de color negro y algunos pelos suelto a la altura de las sienes, esto le daba un aspecto juvenil; cara de niño con ojos de color marrón, nariz más bien pequeña y labios escondidos tras una prematura barba culminada en una perilla no muy frondosa. Pantalones de safari de color gris con varios bolsillos a los lados de diferentes tamaños, cinturón de tela de arpillera de color gris oscuro con una hebilla metálica de la marca Pepe Jeans. Deportivos atados con cordones, camisa a cuadros negros y azules con dos bolsillos, uno a cada lado del pecho, con una botella de agua en la mano derecha y en la izquierda, un reloj de marca Omega con esfera de color azul intenso y manecillas doradas con diferentes minuteros, segunderos y una brújula en la parte inferior. En la espalda, una mochila de color negro repleta y en un mosquetón, colgado del pantalón, las llaves del tío Tomás con un llavero de color níquel con el emblema de la marca Seat.

Fuente: fragmento del libro Puerta en el Tiempo